Introducción: ¿Por qué tus correos terminan en la carpeta de spam?
Cuando envías correos electrónicos, es crucial que lleguen a la bandeja de entrada de tu destinatario. Sin embargo, muchos correos terminan en la temida carpeta de spam. Esto no solo afecta tus métricas de correo electrónico, sino que también daña la reputación de tu marca. Afortunadamente, hay formas de evitar que tus correos sean marcados como spam. En este artículo, exploraremos las mejores prácticas que puedes implementar para mejorar la entregabilidad de tus correos y asegurar que lleguen directamente a la bandeja de entrada.
1. Utiliza un proveedor de correo confiable
Una de las primeras cosas que debes hacer es asegurarte de utilizar un proveedor de correo electrónico confiable. Puntos como la reputación de dominio, IPs dedicadas o compartidas y autentificación correcta son factores que pueden influir en la entregabilidad de tu correo. Proveedores como Google Workspace o Mailchimp suelen tener una mejor reputación en este sentido. Al utilizar un servicio de calidad, te aseguras de salir de listas negras y minimizas el riesgo de que tus emails terminen en la carpeta de spam.
2. Configura correctamente tu SPF, DKIM y DMARC
¿Qué son SPF, DKIM y DMARC?
Estos son protocolos de seguridad que ayudan a los servidores de correo a verificar la autenticidad de los mensajes. El protocolo SPF (Sender Policy Framework) verifica que el remitente esté autorizado para enviar correos en nombre del dominio. DKIM (DomainKeys Identified Mail) añade una firma cifrada para asegurar que el mensaje no ha sido alterado en tránsito. DMARC (Domain-based Message Authentication, Reporting & Conformance) complementa SPF y DKIM, impidiendo que correos no verificados se entreguen.
Estos tres elementos son fundamentales para que los servidores de correo confíen en los mensajes que envías. Si no tienes estos protocolos configurados adecuadamente, tus correos podrían ser rechazados o simplemente marcados como spam.
3. Evita el uso excesivo de palabras y frases spam
Los filtros de spam se vuelven más sofisticados cada día. Una de las razones por las que los correos terminan en spam es por el uso de palabras y frases que estos filtros consideran sospechosas. Evita palabras como “¡Oferta!”, “Gratis”, “Hazte rico rápido” y cualquier frase que sugiera urgencia o que sea propia de correos fraudulentos. Igualmente, reduce el uso de signos de exclamación, mayúsculas y símbolos en exceso.
4. Personaliza tus correos electrónicos
Los emails masivos y sin personalización tienen más probabilidades de ser detectados como spam. Asegúrate de que tus mensajes estén personalizados y dirigidos a quienes realmente quieren recibir tu contenido. Use información relevante del suscriptor como el nombre, historial de compras o intereses. Además, asegúrate de incluir líneas de asunto y contenido de email que se correspondan con lo que tus clientes esperan recibir de ti.
5. Obtén el consentimiento explícito de los destinatarios
El consentimiento explícito de los destinatarios es fundamental no solo para evitar caer en la carpeta de spam, sino también para cumplir con las normativas de privacidad, como el GDPR o CAN-SPAM. Asegúrate de que tus contactos te hayan dado su autorización para recibir correos electrónicos. Además, mantener una base de datos limpia y actualizada, eliminando aquellos usuarios que no han interactuado con tu marca en meses, es clave para incrementar la entregabilidad.
6. Incluye un enlace claro y sencillo para darse de baja
No ofrecer una forma clara y accesible para que los suscriptores se den de baja puede llevarte a ser señalado por prácticas poco éticas. Es importante tener un enlace para que los usuarios puedan cancelar su suscripción fácilmente. Además, este es un requisito en muchas legislaciones a nivel mundial. Al permitir que tus suscriptores se den de baja de manera sencilla, mejorarás la percepción de tu marca y reducirás las quejas por spam.
7. Mantén una buena reputación de dominio
Tu dominio tiene una reputación en el mundo digital. Enviar correos desde un dominio con mala reputación es una garantía casi segura de que tus mensajes terminarán en la carpeta de spam. Evita malas prácticas como el envío masivo a usuarios que no conocen tu marca o a listas de contactos compradas. También, monitorea constantemente tu dominio utilizando herramientas de verificación de listas negras y actúa sobre cualquiera que lo indique. Utilizar una IP dedicada también puede ayudar a mantener la reputación de tu dominio sin afectar lo que lo usuarios de otras empresas hacen.
Conclusión: Garantiza la entregabilidad de tus correos
Existen muchos factores involucrados para asegurarte de que tus correos lleguen a la bandeja de entrada de tus suscriptores. Configurar correctamente tus protocolos de seguridad, ser selectivo con el contenido de tus mensajes y mantener una buena reputación de dominio son algunos de los pasos fundamentales para reducir el riesgo de terminar en la carpeta de spam. Siguiendo estas buenas prácticas, mejorarás significativamente tus tasas de apertura y obtendrás mejores resultados de tus campañas de correo electrónico.
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